Si aún no has decidido tu próximo destino y busca espacios abiertos, que su belleza paisajística te cautive, que puedas disfrutar de la naturaleza y te brinde una buena gastronomía d, pero si además ejerciendo un turismo sostenible, éste es el destino ideal para tus vacaciones.
La isla de Madeira, en Portugal, fue denominada así por los primeros colonos que quedaron sorprendidos por su frondosidad y la gran abundancia en árboles en aquella época, que se traducía en una enorme cantidad de madera (madeira en portugués). Pertenece al grupo de islas llamados Macronesia, un colectivo de cinco archipiélagos del Atlántico Norte constituido por Azores, Canarias, Cabo Verde, Madeira y las Islas Salvajes (frente a Madeira). Todos estos archipiélagos tienen en común, a pesar de la distancia, su botánica, zoología, geología y todas ellas son de origen volcánico.
Madeira, por encima de Canarias y a la izquierda de las Azores, ofrece un clima agradable en verano que no supera los 25 grados y es un destino natural por excelencia, una de las mecas del senderismo donde se puede disfrutar de un paisaje realmente abrupto y accidentado, fruto de una fuerte erupción volcánica de hace unos 5 millones de años.
Por cierto, recomiendo visitar encarecidamente La Cueva y el centro de Vulcanismos de Saõ Vicente donde además de disfrutar de una ruta por la gruta, tiene un centro de interpretación que nos ayuda a entender el proceso volcánico que dio origen a la isla. Durante el recorrido, observaremos impresionantes formaciones geológicas, así como pequeños lagos.
En la isla también se puede practicar barranquismo, escalada, parapente que pueden combinarse con actividades acuáticas como el surf (Madeira es conocida como la Hawái del Atlántico) y con muchas probabilidades de avistamientos de mamíferos marinos como delfines, ballenas pilotos, jorobadas y otras especies como tortugas marinas, siempre en su hábitat natural y respetando su espacio. Además, si es época de cría, las embarcaciones suelen respetar la distancia y no puedes sumergirte en el agua para respetar su seguridad y que no se sientan amenazadas.
Me reitero en que Madeira es el destino de senderismo por excelencia y a pesar de que la isla no es enorme, cada área es diferente por tener una geología muy variada donde encontraremos montañas y mesetas de hasta más de 1800 metros. Eso ha permitido la existencia de muchos microclimas, y de formaciones geológicas extremas.
Además, la isla se considera como uno de los lugares del mundo con mayor índice de Fito diversidad, es decir, uno de las más importante en diversidad de plantas por km2. Incluso, algunos investigadores consideran que rivaliza en biodiversidad con zonas de la Amazonía. Dentro de esta riqueza natural, se encuentra un importante abanico de plantas exóticas que proceden de muchas partes del mundo y que se han adaptado perfectamente al medioambiente de Madeira.
Una vez en la isla puedes optar por descubrir diferentes áreas y aquí recomiendo las más bellas:
1.- Ruta de las levadas. Estas levadas son canales pequeños de agua de poca profundidad, construidas a mediados del S. XVI y que servían para abastecer agua a la región sur de la isla y son patrimonio cultural de Madeira. Hay más 2500 kms de levadas y senderos y algunas discurren por acantilados al borde del mar, otras por bosques interiores e incluso por túneles que también pueden recorrerse. Es un modo de descubrir preciosos paisajes y bosques de tal importancia que han sido declarados Patrimonio Mundial de la Unesco como el de Laurisilva.
2.- Cabo Giraõ: acantilado de 580 m altitud, el más alto de Europa y el segundo del mundo. Como curiosidad, cuenta con un teleférico que fue instalado en la ladera con el fin de que los agricultores de la zona pudieran llegar a los campos de cultivo, que antiguamente sólo eran accesible en barco.
En esta ruta se pueden visitar también los pueblos más bellos de la zona como Cámara de Lobos, Campanário o Boca dos Namorados. Cerca se encuentra el Curral de Freiras, montañas del interior muy escarpadas y con profundos valles donde se halla la laurisilva o bosque húmedo de las islas atlánticas.
3. La parte del este nos ofrece un variado contenido. Comenzados con la fácil y corta caminata al Pico Arieiro, uno de los tres picos más altos de la isla (1818 mts), que incluso algunos inviernos se cubre de nieve y que es protagonista de un impresionante telón de fondo que nos brinda unas vistas espectaculares. Proseguimos para visitar uno de los pueblos más simbólicos, Santana, por sus tradicionales casas triangulares de techo de caña, conocidas como Palhoças.
4.- Saliendo hacia el oeste nos dirigimos hacia Porto Moniz y sus piscinas naturales de lava, advirtiendo que en verano está muy concurrido y se recomienda ir a primera o última hora del día. En la zona también se encuentra el acantilado de Seixal donde pequeñas cascadas discurren y son visibles desde la carretera.
5. Por último, y mi zona preferida, en el noroeste tenemos la Punta de San Lorenzo, reserva natural cuyo paisaje seco y muy árido contrasta con el resto de la isla salpicada también por formaciones rocosas de piedra volcánica y que es una de las postales más bellas de la isla. Es una zona protegida para la conservación de aves y plantas endémicas. La foca monje, en peligro de extinción debido a la pesca masiva, se encuentra presente en este lugar. Es también un paraíso para buceadores ya que pueden avistarse gran número de especies marinas, desde meros hasta mantarrayas y caballitos de mar.
A nivel gastronómico la cocina de Madeira es simple pero por su cercanía al mar es rica y variada. También cuenta con cereales como maíz, trigo y recomiendo probar el “maíz a la madeierense” como guarnición de pescados o carne, como por ejemplo la “espetada” que es una brocheta de carne de vaca o filetes de pez espada a la madeirense. No podemos omitir el célebre pan “bolo-do-caco” con mantequilla de ajo, que no dejarás de pedir en cada restaurante que visites.
Si buscas una simbiosis con la naturaleza mientras paseas por la isla, disfrutas de sus acantiladas playas, escalas su orografía… mientras practicar el ecoturismo, Madeira es tu próximo destino.
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